La sexta bodega en la ruta por las 10 bodegas más bonitas del mundo nos lleva a Ontario (Canadá), a Southbrook Wineyards, en Niagara-on-the-Lake.
Southbrook es la primera parada de la ruta del vino de Niagara-on-the-Lake, dando la bienvenida a los visitantes con un muro de hormigón de 200 metros de largo, con vistas a un espejo de agua. Detrás de ella, un techo de acero en voladizo cubre un pabellón de cristal de 6.000 metros cuadrados donde se realizan catas, clases de cocina, cenas, …
La familia Redelmeier ha estado vinculada a diferentes explotaciones agrarias en la provincia de Ontario desde hace ya 3 generaciones y fue en 1991 que su afición a los alimentos gourmet y el vino llevó los Redelmeiers para crear una bodega boutique ubicada en en los establos de la granja de más de un siglo de edad. En 1991, con algunas de las mejores variedades de uva de la región de Niágara, Southbrook produce sus primeras 2.000 cajas de vino.
En 2005 , Ann Sperling, enóloga consultora de la familia Redelmeiers, les presenta una gran oportunidad, la adquisición de la finca Four Mile Creek, de 17 hectáreas, de las que 14,5 hectáreas están plantadas de viñedo de primera categoría. La pareja propietaria se da cuenta de su potencial, y decide construir sobre la nueva ubicación la bodega de sus sueños. Convencen a Ann Sperling para que se una como directora a tiempo completo de Enología y Viticultura, sobre las bases de una viticultura biodinámica y ambientalmente responsable.
Para el tema arquitectónico se eligió a Jack Diamond de Diamond and Schmitt Architects de Toronto, con un reto: diseñar un edificio de clase mundial que honre a la viña y que sirva para dar una bienvenida adecuada a un público capaz de entender sus vinos de alta gama. Lo que Jack Diamond entregó fue magistral, una combinación de visión arquitectónica y el respeto por el entorno. Incluyen la bodega y una zona de visitantes con sala de catas, tienda de vinos y un patio cubierto con un horno de pizza, donde los visitantes pueden disfrutar del Bistro de la bodega.
El pabellón de visitantes de Southbrook Vineyards fue galardonado con el Premio Internacional de Arquitectura 2009, que se encuentra entre los más prestigiosos premios de arquitectura del mundo.
En definitiva, Southbrook Vineyards, un destino que no puede faltar en el punto de mira de un enoturista amante del vino, la arquitectura y el diseño.
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